Oh de pequeños,
aún recuerdo todos los cuentos de princesas que nos contaban.
Te imaginabas ser esa princesa guapa con infinitos encantos ,encontrar a ese príncipe azul tan perfecto y junto a el en plena y rebosante felicidad y amor
vivir en un gran castillo lleno de cosas preciosas,alfombras,luces,
un montón de comida cada día y un jardín..
un precioso e infinito jardín con unos árboles tan altos que tu vista no
llegue a alcanzar la cima con pájaros cantando a tu alrededor,fuentes con peces de colores..

¡Pero como nos mienten!
Te miras y ves,una adolescente,para nada con infinitos encantos sino del montón,
frustrada por la indecisión del que debo hacer,
no pudiéndote fiar de nadie..
soñabas con un príncipe que te prometiese la luna y un castillo encantado sin embargo
te encuentras con un novio que no te puede prometer la luna porque reconoce que no puede tenerla,pero te promete una vida contigo,no tendremos una vida fácil ni viviremos en un castillo sino en un piso hipotecado,puede que caigamos en algo de rutina pero te quiero y eso te lo puedo prometer ahora y siempre.
(encantador ¿Verdad?)

Al fin y al cabo tampoco es tan diferente de un cuento de princesas,
encuentras a tu principe y acabas viviendo en un castillo.